He estado pensando en la gente
que muere joven y es que es muy común en un país como Colombia que los padres
terminen enterrando a los hijos. Los hay por diversas situaciones, los que como
Andrés Caicedo no quisieron vivir más; los que alcoholizados mueren víctimas de
los accidentes; los que mueren por sobredosis de drogas; los que mueren
víctimas del conflicto; y los que mueren porque padecen alguna enfermedad. En
cualquiera de los casos la situación es tremendamente dolorosa para las
familias.
Y he estado pensando en ello
porque acabo de enterarme de la muerte de una compañera de universidad,
realmente me contaron muy tarde, hace ya cinco años que ocurrió el deceso. Y
recordé que no es la primera vez que como grupo nos enfrentamos a esa situación,
primero fue el caso del muchacho al que encontramos en el baño de la facultad
desangrándose. Caminábamos por el corredor cuando vimos un hilo de sangre
saliendo desde la puerta hasta la escala de ladrillo. Mi amigo decidió ingresar
al baño de hombres y lo encontró allí, llamaron de inmediato a los servicios de
urgencias pero Santiago no sobrevivió.
El segundo caso tuvo que ver con
un compañero con sida. Recuerdo mucho el sentido homenaje que le hicimos en la
Galería Espacio Alterno con la exposición de todas sus obras como tributo. No
supimos cómo pudo contagiarse, no era gay y era bastante tranquilo en temas de
relaciones de pareja. Pero nos dolió, como Dios puede llevarse con tanta
prontitud a la gente joven.
Y ahora Viviana, yo sí la había
extrañado en el facebook, me parecía increíble que estand todos los amigos ella
no se hubiera afiliado al sistema. Pero no pregunté, solo supe que murió, muy,
muy joven. La última vez que hablé con ella por teléfono me contó que estaba
haciendo joyería y que tenía su taller en una bodega del papá. No imagino cómo
pudo ser eso, quedo atónita, pero cada vez que no encuentro a alguien en mi
lista de Facebook y los demás no me saben dar razón de esa persona siempre me
imagino lo peor, todavía hay un par de compañeros del colegio perdidos.
Cómo será el impacto para los
amigos reunidos en Facebook cada vez que alguien muere y comienzan a dejar
sendos mensajes post-mortem en el sistema. Podrá uno imaginar que algo ha
sucedido cuando un usuario muy activo deja de participar? Y cuando se inscriben
y no responden a los mensajes que uno les envía? Yo sí suelo pensar que algo no
está en orden. Hace poco desapareció el link al Facebook de mi hijo desde mi
Facebook, sé que nada ha ocurrido, pero me imagino que quién sabe qué
delincuentes lo habrán separado para cometer contra él delitos informáticos.
Hago el duelo como lo haría por cualquier amigo que no responde.
De cualquier modo, y antes de que
cambie de tema, quería recordar a los amigos, a esos que ya se fueron, a esos
que ya no están y que extrañamos.
Luca Luciano
@zafarytv
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