sábado, 22 de marzo de 2014

Viviana, te extraño!


He estado pensando en la gente que muere joven y es que es muy común en un país como Colombia que los padres terminen enterrando a los hijos. Los hay por diversas situaciones, los que como Andrés Caicedo no quisieron vivir más; los que alcoholizados mueren víctimas de los accidentes; los que mueren por sobredosis de drogas; los que mueren víctimas del conflicto; y los que mueren porque padecen alguna enfermedad. En cualquiera de los casos la situación es tremendamente dolorosa para las familias.

Y he estado pensando en ello porque acabo de enterarme de la muerte de una compañera de universidad, realmente me contaron muy tarde, hace ya cinco años que ocurrió el deceso. Y recordé que no es la primera vez que como grupo nos enfrentamos a esa situación, primero fue el caso del muchacho al que encontramos en el baño de la facultad desangrándose. Caminábamos por el corredor cuando vimos un hilo de sangre saliendo desde la puerta hasta la escala de ladrillo. Mi amigo decidió ingresar al baño de hombres y lo encontró allí, llamaron de inmediato a los servicios de urgencias pero Santiago no sobrevivió.

El segundo caso tuvo que ver con un compañero con sida. Recuerdo mucho el sentido homenaje que le hicimos en la Galería Espacio Alterno con la exposición de todas sus obras como tributo. No supimos cómo pudo contagiarse, no era gay y era bastante tranquilo en temas de relaciones de pareja. Pero nos dolió, como Dios puede llevarse con tanta prontitud a la gente joven.

Y ahora Viviana, yo sí la había extrañado en el facebook, me parecía increíble que estand todos los amigos ella no se hubiera afiliado al sistema. Pero no pregunté, solo supe que murió, muy, muy joven. La última vez que hablé con ella por teléfono me contó que estaba haciendo joyería y que tenía su taller en una bodega del papá. No imagino cómo pudo ser eso, quedo atónita, pero cada vez que no encuentro a alguien en mi lista de Facebook y los demás no me saben dar razón de esa persona siempre me imagino lo peor, todavía hay un par de compañeros del colegio perdidos.

Cómo será el impacto para los amigos reunidos en Facebook cada vez que alguien muere y comienzan a dejar sendos mensajes post-mortem en el sistema. Podrá uno imaginar que algo ha sucedido cuando un usuario muy activo deja de participar? Y cuando se inscriben y no responden a los mensajes que uno les envía? Yo sí suelo pensar que algo no está en orden. Hace poco desapareció el link al Facebook de mi hijo desde mi Facebook, sé que nada ha ocurrido, pero me imagino que quién sabe qué delincuentes lo habrán separado para cometer contra él delitos informáticos. Hago el duelo como lo haría por cualquier amigo que no responde.

De cualquier modo, y antes de que cambie de tema, quería recordar a los amigos, a esos que ya se fueron, a esos que ya no están y que extrañamos.



Luca Luciano
@zafarytv




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