domingo, 30 de marzo de 2014

Opino porque me toca.


Heredé dos karmas, de la noche a la mañana mi familia no era mi familia sino que vine a ser hija de uno de los más grandes traficantes de cocaína de los 70’s y de una popular cantante fundadora del ELN. No me gusta estar en esta posición pero me veo en la necesidad de intervenir con un par de reflexiones al respecto.

Hay cuatro puntos que se le endilgan a las guerrillas como lastres que hacen inevitable cualquier firma de tratados: el secuestro, la voladura de torres de energía y telecomunicaciones, la siembra de minas anti persona y sus nexos con el narcotráfico. El secuestro ha sido una forma de lucha tradicional con la cual no estoy de acuerdo, funciona para solventar financieramente a las guerrillas y para negociar canjes por presos políticos. Más que un cese de actividades, los negociadores del gobierno han creído imprescindible acabar con este flagelo. No se ha vuelto a poner de moda en los medios el tema del secuestro, luego no sé cuantos secuestrados hay pero me parece que doña Marleny Orjuela y sus compañeras de drama continúan con sus gestiones.

Con relación al secuestro puntualizaba hace poco sobre la participación de Piedad Córdoba como pieza obligada de las liberaciones y me preocupa la intervención de los grupos de narcotraficantes en la solución de estos delitos. El proceso 8.000 sigue vigente, yo no percibo modificaciones, no importa realmente que hayan capturado a 2 o a 4 si siguen delinquiendo desde las cárceles y sus voces siguen siendo oídas por los grupos armados ilegales. No es posible que sea el mismo grupúsculo de políticos quienes sigan mandando la parada en tal tema y como nuestros soldados y policías sí son legales y letales para su campaña a favor de las drogas, entonces por ellos no se hace nada. Son secuestros al servicio de las mafias más que a favor de los grupos guerrilleros.

Con respecto a la voladura de torres, me parece que se está deteniendo el desarrollo ante la incapacidad del estado de llegar a sendas regiones con los servicios públicos. Esto incluye a todo el departamento de Bolívar que está aquí cerquitica, es increíble observar los focos de pobreza en ciudades tan importantes como Cartagena. Y vuelve y juega, quienes han estado tradicionalmente al mando de estas regiones sino los mismos caciques de antaño con la misma corrupción. Pero como están protegidos por las mafias…


Y con las minas anti persona, a veces me parece que los grupos que aún se encuentran armados perdieron el foco y decidieron castigar a la población. Mucho dinero les debe llegar de los grupos de mafiosos como para que hayan decidido liarse en contra de las gentes. Esa es una campaña perdida, hablando desde las reivindicaciones sociales. Mejor no me defiendan dirían los campesinos si tuvieran educación. Y finalmente, la posición tan incómoda de los grupos de ciudad, los que actúan en el Valle, en Antioquia, en los Santanderes, mezclados con los delincuentes de todos los procesos y los narcotraficantes. Éstos son los que menos me gustan, los guerrilleros en el campo al menos son limpios de espíritu, pero éstos que se han hecho a las mañas de las mafias y los politiqueros. Ya hasta reciben prebendas, los maquillan de docentes, repiten los discursos del político que les ayudó a emplearse, les lustran los zapatos y les cepillan el saco. Realmente tienen que definir con claridad a quién sirve su lucha y asumirlo, y sobre todo adelantar una purga y una autocrítica profunda y honesta que les permita aclarar sus objetivos como grupo político que aspiran llegar a ser. 



Luca Luciano
@zafarytv


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