Quizás porque es la dinámica de la televisión en directo a la que tuvimos que acostumbrarnos por falta de presupuesto y que se convirtió en nuestra primera escuela, no solo de televisión, sino de happening, de arte y de vida. La televisión es un happening continuo con todo su despliegue de estrellas; también es un negocio muy complejo porque el que paga no es el que consume el producto sino el que publicita en sus espacios; luego, la televisión depende del raiting, de su capacidad de convocatoria, de atraer la atención del público objetivo y del posicionamiento de estrellas. Y me he encontrado con que cada vez mas, yo desarrollo mis happenings de acuerdo con los criterios que se tienen para producir televisión. Mi escritura es un happening, llegué a ella porque no tenía dinero para los materiales que cualquier artista debería tener en su taller y siendo el lenguaje el material más económico, dije, pues bien, vamos a hacer obras de arte con palabras, también hago algo de diseño gráfico y cuando ha sido posible vuelvo al video. Pero esta experiencia de la escritura me ha marcado porque se trata de hacer lo que hacíamos en pantalla pero por escrito, me gustan las primeras impresiones y los textos fluídos que solo se producen escribiendo en caliente. Siempre que me siento a escribir pienso en un interlocutor, para mí la palabra hablada es muy importante, me gusta ante todo el lenguaje de las ventas, el lenguaje persuasivo, convencer a alguien de comprar lo que no necesita; y me aproximo a ese interlocutor como quien llega con su mensaje a través de un infomercial, dependiendo de la audiencia objetivo, representado en ese único interlocutor, comienzo mi mensaje con mayor o menor informalidad, puede ser con un título que afirme: Sí, señor! O con algo más propio de las comids rápidas: Oe, de salida al cacerolazo. Luego, o casi todo se da a la vez, como quien conduce un vehículo y que ya inconscientemente sabe que esa palanca es la que debe mover, pienso en que el texto que escribo debe generar una acción del lector: Esta vieja es muy hp! O una reacción concernida: Esta vieja no me la gana, yo puedo escribir mejor que ella. Y es que entre escritores hay mucha competencia por cualquier giro dramático. Conste que inicié el texto mencionando que no soy escritora, soy artista plástica. Una artista que hace de los medios de comunicación masiva su entorno de trabajo. Antes ya había hecho otros happenings, realmente los descubrí en mí de manera espontánea y un poco torpe, y justo cuando había audiencia y muy poca cámara, no hubo un dispositivo que retratara esos momentos como de repente podría ser hoy con un simple celular. Pero nunca fueron planeados, ni esperé que el resultado fuera así, surgieron de momentos dramáticos en los que simplemente vivía, el día en que incendié el salón de grabado porque hacía un experimento con el linóleo, o el día en que inundé la facultad de arte dejando a todo el mundo con el agua hasta los tobillos porque mi performance incluía una canaleta por donde corría un líquido tinturado que se reflejaba en la pared. Ó tal vez aquella vez en que presentaba mi máquina movida por un Hamster y cuyo mejor momento fue cuando el animalito escapó; habrá otro más, cuando salté poéticamente por la ventana de una casa en la Candelaria, o cuando me volé olímpicamente en una bicicleta con el trago de una fiesta a las 3:00 a.m. El mejor happening es la vid misma y el ojo selectivo para recoger en el instante la memoria. Pero mis obras de happening no han sido reseñadas por la academia, de repente por la falta de soportes y entonces, encuentro en la escritura una manera no solo de reseñar los acontecimientos más vitales, sino un mecanismo para obtener resultados, vivencias y experiencias. Todo está en el relato, relato y enfoque. El relato es lo que he estado observando, le da vida a la obra de arte, discutía con alguien, de nuevo mi interlocutor imaginario, sobre la obra pictórica de una jóven, ella solo pinta flores y son cuadros muy decorativos, nada especial, pero si yo le cuento que la joven se casó con un hombre que le dobla la edad, que tiene dos hermosas hijas casi de su misma edad y que él se hizo la vasectomía, las sencillas flores adquieren otro sentido y un halo de obra fundamental, es como si la muchacha dijera, aquí estoy, lista para la fecundación. Y descubrí que con letras puedo crear y recrear mi mundo, yo trabajo únicamente sobre mí misma, en este caso y volviendo al tema de los medios de comunicación, la estrella soy yo, y mi trabajo consiste en alimentar ese monstruo, en posicionarlo en el mercado, posicionar el nombre, la firma, la imagen. Pero qué imagen estoy posicionando? Una de una señora ama de casa, estrato medio que se estrella con el mundo; la de la joven promesa de la tevé, cuando tuvimos nuestro programa de televisión, pero también la de un grupo de muchachos de la comunidad que realizan un programa con y para la comunidad y en donde cada uno de los miembros de dicho colectivo se presentan lo mejor que pueden para al final solo obtener una caracterización de grupo. La imagen de la idealista que libera, de la memoria y la conciencia del grupo; la de una líder con vocación política; la de una intelectual de las letras. No importa. Cada día yo le encuentro algo nuevo al juego, es como tener el auto nuevo que uno engalla con frecuencia. Me gusta de mi juego, que tengo la posibilidad de tener mas opinadores, objetores y lectores de la obra que si la tuviera en galería; que es muy popular, que es devorada por las masas; que me posiciona día a día entre un segmento de población más alto. Y que ya voy para Latinoamérica. Escribir para la web me ha permitido llegar a los cinco continentes pero de manera intermitente, ya me piden que publique para otros medios y que saque al mercado un compilado con mis mejores relatos, y es que no son cuentos, hay entradas de mi blog que son únicamente imágenes. No he vuelto a trabajar en mis fotomontajes, pero prometo tener unos cuantos nuevos para cuando vuelva a escribir sobre mi trabajo. Finalmente, sobre el enfoque y la construcción de la obra, ésta depende del material del que esté hecho. Si voy de rumba y de repente me paro en la mesa a cantar como Janis Joplin, se trata de un happening convencional, con una puesta en escena acorde con el público objetivo del momento, el público dentro de la obra de arte para mí es fundamental, no concibo un happening sin participantes activos que se emocionen conmigo. Pero si es un video, que no es más que el registro de happenings de la realidad, me gusta jugar con la cámara, me gusta el lenguaje fluído, las tomas audaces, el punto de vista que nadie más ha tomado en consideración. Y so son palabras ... ustedes me dirán cómo se sintieron dentro de esta experiencia.
Luca Luciano
@zafarytv
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