Dos noticias sorprendieron esta
semana al sector educativo, uno, el lamentable fallecimiento de la “nena” Cano,
fundadora del Colegio de la Presentación pero más conocido como el colegio de
la “nena”; y dos, la renuncia del Padre Francis de la rectoría del Colegio San
Carlos. Ambas noticias me pusieron a pensar primero sobre el desarrollo de la
educación en Colombia, desde los primeros colegios fundados en la colonia por
los padres franciscanos y de cómo al despertar del siglo XX, los colegios
fueron progresivamente volviéndose laicos y luego mixtos, hasta lograr hoy colegios
multirraciales y pluriculturales, colegios del distrito, colegios de educación
especial para distintas poblaciones.
Pero hay una pregunta que siempre
me he hecho ¿Existe una educación para
formar presidentes y altos dignatarios? Y así fue que sucedió que estando en
una clínica me senté a charlar con una señora de avanzada edad que resultó ser
la tía del presidente Santos y me relataba que ella misma, por allá en los años
50 ya formaba parte del movimiento de mujeres que propendía por el voto
femenino y yo daba cuenta de su hablar pausado, sencillo pero decoroso,
elegante, con las palabras medidas y con grandes dotes de diplomacia. Y la
señora no perdía la compostura, ni se exaltaba, ni se despeinaba, ni rasgaba
sus vestiduras, ni hacía esfuerzos por que le salieran vibratos de su voz. Pero
era clara, concisa, coherente, precisa, muy puntual en sus ideas, con una
claridad envidiable para sus 95 años de edad.
Y entonces pensé, sí existe una
educación en la casa que se consigue mediante la observación y el intercambio
con los familiares, la manera de transar desavenencias, la dosificación de los
castigos, la estrategia, la negociación y el pragmatismo. Pero estábamos en los
colegios, los colegios tradicionales involucran varios aspectos, el
conocimiento de diferentes culturas, el aprendizaje sobre la cotidianidad
global; el aprendizaje de varios idiomas, mínimo dos; el fortalecimiento de
áreas como el pensamiento crítico, la lecto-escritura y la matemática como un
solo ítem, son lenguajes; y hay en los hijos de los altos funcionarios una
importante formación humanística y de manera particular, economía y a veces
geo-política, como materias principales para la obtención del título de
bachiller.
Ojalá se tomaran en cuenta éstos
aspectos para la educación en los colegios del estado, para que cada vez la
gente común tenga más oportunidades de acceder al poder y no ocurra lo que
observamos últimamente en Latinoamérica, el advenimiento de un grupo importante
de mandatarios con muy baja escolaridad. Incluso circulaba en las redes un
aviso con la fotografía de José Mujica, presidente de Uruguay, en el que se presentaba como un hombre sin
universidad que había fundado 17 universidades en su país. Dada esa realidad, ojalá
a futuro tengamos los mejores mandatarios para Colombia, solo hay que impulsar
la educación.
Luca Luciano
@zafarytv
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