martes, 18 de marzo de 2014

La feria de los títulos universitarios.


Siempre he sido partidaria del método auto-didacta, debe ser por mis raíces punk que me llevan a hacer por mí misma diferentes tareas, y tengo muchos libros del tipo hágalo usted mismo, manuales de auto-ayuda y también libros serios. Me ha gustado cultivar una nutrida biblioteca porque en los libros está todo lo que uno necesita, y esto me ha hecho una excelente investigadora pero también ha aceitado mis experiencias de campo y mis proyectos prácticos.

Observo que para muchos jóvenes de la ciudad la estrategia de aprender disciplinas y habilidades por sí mismos se convierte sino en una buena opción, en la única posible luego de terminar el bachillerato. Eso de que echando a perder se aprende es totalmente cierto y termina uno descubriendo nuevas aplicaciones y soluciones para los problemas de la vida cotidiana.

Pero hay que ser disciplinado y muy creativo, pero sobre todo tener en cuenta que ninguno de sus esfuerzos va a llevar a la obtención de un título universitario. Yo he probado casi todo el modelo educativo, tuve una escuela formal y también una técnica, dos especializaciones y varios cursos en el SENA tanto presencial como virtual, e inicié incluso una carrera virtual.

Si hay algo importante del pregrado universitario clásico es la formación humana, todo lo que no es de la carrera porque son las materias que finalmente te sirven para vivir en comunidad y formar parte de la sociedad, es una especie de iniciación y yo sí que lo aproveché, incluso me tomé dos años más de carrera, no los convencionales 5 años, para tomar muchas materias de humanidades en las áreas de psicología y antropología que me interesaban. Y también hice mis primeros pinitos en Administración de Empresas, es que uno como artista plástico no puede pensar en encontrar con facilidad un empleo remunerado. Formé parte de los primeros semilleros de micro-empresarios que se formaron en la ciudad y a través de mi método auto-didacta sigo aprendiendo sobre la marcha temas y aplicaciones a mi empresa personal, yo misma.

Pero la carrera de artes, comparen con su propia opción de vida, es muy general, uno puede ser pintor, escultor, grabadista, videasta… y fue esta última opción la que escogí y me tomé una carrera técnica para aprender sobre el manejo de equipos. Como ya había tomado tanto curso humanístico no creí necesario repetirlo y no me tomé una maestría porque las maestrías están enfocadas al desarrollo teórico de la carrera. Educación técnica era perfecta. Y estuve unos años trabajando en el desarrollo de videos hasta que la misma industria dijo no más, es que yo no tenía la carrera de cineasta. Ahí comienza el problema con Juana Uribe porque íbamos compitiendo con fuerza frente a su telenovela y su dramatizado costaba producirlo $50’000.000 capítulo y mi magazine $600.000 semana. Y le estábamos dando sopa y seco.

Entonces viene el punto, que los técnicos son para seguir órdenes, no para montar microempresas, que en un mercado abierto y con sus destrezas ¿cómo van a competir con los profesionales? Y yo le recuerdo a la señora Uribe que yo sí sé cómo manejar una cámara, cómo montar un set, cómo iluminar la escena y cómo presentarla, y que esas destrezas, más mi formación humanística y mi formación en Administración de Empresas me permitieron bajar los costos de producción a cifras irrisorias.

Y me hice dos especializaciones, en el país para ese momento no había oferta de maestrías para el área de conocimiento, en Gerencia y Gestión Cultural y en Televisión, y esas especializaciones las utilicé antes de tener el programa en pantalla en la reestructuración de Canal 13, fuimos nosotros, con Gabriel Arrieta Vargas,  quienes propusimos una metodología de círculo de participación para resolver el tema con el Sindicato de Industria de las Telecomunicaciones, TELECOM. Mejor dicho, mientras la señora Uribe escribía sus panfletos intimidantes, creo que es el único síntoma de liderazgo que le sale con estilo, nosotros negociábamos con un sindicato, desarrollábamos el proyecto para todo un canal y producíamos un programa de rock y derechos humanos, de emisión diaria en la franja prime.

Y la íbamos sacando de competencia sólo que no vimos el brazo armado narco-paramilitar que traía pegado.

Pasé los siguientes años impedida para hacer televisión y pegada a la pantalla de mi computador moviendo todos los gadjets y me tomé varios cursos de informática en el SENA. Construí mi computador para aplicaciones gráficas y compré una cámara de video. Antes había montado una papelería donde iniciamos nuestras primeras encomiendas de diseño gráfico. Pero la señora quería seguir peleando y los mismos gañanes que la acompañan nos robaron el equipo. Me quedó un computador con Corel que es el que utilizo y las palabras como materia prima.

Ahora resulta que mis esfuerzos han fructificado y tengo la posibilidad de dedicarme a la educación, ya comencé con mis escritos en impreso y estoy dando conferencias, o al periodismo escrito y encuentro opciones de maestría, ahora sí la exigen, tanto en el país como en el exterior. Pues me encontré una modalidad que me parece excelente, no se quejen tanto del TLC, y es la educación a distancia, en las mejores universidades del mundo y con unos costos relativamente bajos, sin contar con que se quita uno los gastos de alojamiento. Y tengo dos opciones, El Instituto Tecnológico de Monterrey, cuyo programa a distancia de Maestría en Educación vale $30’000.000, dos años y medio, y la Maestría en Periodismo de la Universidad de los Andes, con el mismo valor.

Pero ahora ya no tengo dinero, ni edad, a mis 43 años tengo que proveer la educación de mis 3 hijos y me toca esperar a que terminen para soñar con tomar cualquiera de los dos cursos. El problema, sin maestría no hay empleo, o eso dicen, lo cierto es que en otras disciplinas a la gente le dan la posibilidad de vincularse laboralmente, les avalan la experiencia obtenida y la misma organización les financia los estudios de post-grado.

Ni pensar en volver a la televisión con Juana Uribe, con su cara de FILA,  haciendo guardia en los dos canales privados. Pero estudiar se puede y ser bueno en lo que uno hace también. Adelante, muchachos.


Luca Luciano

@zafarytv

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