Todos creían que era del Polo por
andar rodeada de muchachos de las barriadas, por hacer mis etnografías en los
barrios periféricos y por asumir la comunicación como una apuesta hacia la
educación. Llevaba años metida en Tuna Alta y Tuna Baja intentando probar que
era posible llevar a cabo un trabajo audiovisual desde las localidades para las
localidades, una especie de producción hecha por ellos mismos que a la vez se
convertiría en una propuesta pedagógica y en motor de desarrollo para la
localidad. Y montaron los Compartel, centros de informática en los que las
gentes de todas éstas localidades y municipios pueden acceder a Internet.
La tecnología está toda ligada,
lo importante de los Compartel es que las gentes desde sus localidades tendrían
la oportunidad de generar contenidos propios para la web, incluído, por
supuesto, contenidos audiovisuales. Pero ha hecho falta un programa de
formación que promete Min Tic para que las personas dejen de ser estrictamente
consumidoras de información foránea y comiencen a producir sus propios
contenidos desde su idiosincrasia, desde su identidad.
Y estando en ésta tarea terminé
en las toldas de Antanas Mockus, ayudando en la campaña para la segunda
alcaldía. Ya en otro documento había reseñado la experiencia con Antanas, mucho
más cercana a lo que yo soy, una profesional del sector cultural que investiga
problemas de comunicación y educación para el desarrollo, que a la vez es
artista, amante de los happenings y creativa 100%.
Pero había algo que faltaba en
los discursos, quién era yo desde la perspectiva de mis orígenes y ahí yo ya
tomé una decisión. Mi abuelo contaba que nuestra familia había llegado de
Santander con José Antonio Galán y los comuneros, y de cómo él como liberal
había sobrevivido los aterradores años 50 como soldado del ejército colombiano
y había sido enviado a la Guerra contra el Perú. Y de cómo mis abuelas eran
conservadoras, en un pueblo conservador en donde le respetaban la vida por ser
el encargado de dar mantenimiento a la hidroeléctrica del pueblo.
Y yo me dije, es claro que esta
herencia de familia es importante, sobre todo siendo mi abuelo de origen
indígena y descubrí que el Partido Liberal dio un giro fundamental a la
historia del país y fue importante para muchos que como mi abuelo enarbolaron
su bandera. Pero esto no concluía, cuando vienen a mí con la historia de que
mis padres son de crianza y no biológicos, encontré más elementos para pegarme
del Partido Liberal, de modo fundamental a la línea de Alfonso López Michelsen
quien había negociado con las mafias de los 70’s la recuperación del orden
público y junto a Jimmy Carter la reubicación de los niños de las mafias que
como yo habíamos quedado huérfanos.
Ahora no era sino ligar todo el
trabajo de investigación en torno al problema de la Educación, la Comunicación,
la Cultura y el Desarrollo al ideario del Partido Liberal hoy, y lejos de creer
que el partido debe leerme la memoria y sacar de la bolsa de los deseos un par
de leyes que estén de acuerdo con mi manera de pensar, encontré en Eugenio
Prieto una primera estructura para hablar en serio de estos temas, más allá de
la infraestructura de telecomunicaciones. Y es así como hace ya 4 años me uní
al Partido Liberal, aprendiendo y aportando de mi experiencia.
Luca Luciano
@zafarytv
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