Dieguito, la sígueme, recibo el recuerdo de tu anillo como un talismán. Aún tengo presente nuestro primer encuentro y te amo como mi hermano de sangre que eres. Tienes todo lo que cualquier mujer podría desear, que hermosa alma la tuya. Sigue cantando con el corazón, tocámelas bonito.
Sí, lo acepto, soy toda tuya.
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