jueves, 3 de abril de 2014

¿Denunciar o no denunciar?


El último comercial de la ETB contiene algo más de dos compases de una popular canción del grupo rock  Odio a Botero, pero no es la ETB como tal la infractora de los derechos de autor de los muchachos sino la agencia de publicidad realizadora de la pieza publicitaria. No es la primera vez que ocurre, ya antes en unos comerciales de la alcaldía con el leit motif “no sea usted una estrella negra” se había presentado una situación de amenazas sobre una familia por ser considerada de izquierda. Igual con la campaña de Nosotras, suelen ubicar jóvenes muy parecidas a las hijas de los sindicados que suelen ser familias no armadas con algún miembro votante de los partidos políticos ofertados.

Lo que yo sí creo es que detrás de estas campañas hay una red corrupta de contratación de las piezas publicitarias que no comercializan el producto sino que venden familias a los grupos ilegales. Habrá que ver, entonces, qué responsabilidad tiene la ETB en la contratación de estos publicistas proveedores de mensajes subliminales.

Por otra parte recuerdo que hace unos años Carlos Vives ganó una demanda por la utilización de unos giros musicales de una de sus canciones en otra, sería una oportunidad para observar el desempeño de una organización como Sayco porque de darse la situación de que se reconozcan los acordes, la campaña debería pagar derechos de autor por cada vez que la publicidad sea emitida, no deja de ser una oportunidad.

Sin embargo no me hago ilusiones, así comenzó toda la situación con la señora Juana Uribe de Pachón, la libretista, y no me extrañaría que tuviera relación con los dichosos publicistas. Todos los días alguien se queja de los subliminales en la televisión, no solo en la publicidad y la señora ahí, si tan solo esos subliminales no fueran comunicaciones a grupos armados, pero es tal el miedo de las personas que las mismas instituciones del estado no funcionan, créanme que la campaña bien identificada de la alcaldía ni fue denunciada, ni investigada.


Cuando tuvimos los problemas iniciales, yo misma me quejé con la Superintendencia de Industria y Comercio por competencia desleal, no sabíamos a qué jugaba la señora, sin resultados. Supongo que Sayco responde a la misma lógica y entonces habrá que dejarlos mientras que el patrimonio propio se cae al piso, como si la producción artística en todas sus formas no fuera nuestro sistema de supervivencia.



Luca Luciano
@zafarytv