El último comercial de la ETB
contiene algo más de dos compases de una popular canción del grupo rock Odio a Botero, pero no es la ETB como tal la
infractora de los derechos de autor de los muchachos sino la agencia de publicidad
realizadora de la pieza publicitaria. No es la primera vez que ocurre, ya antes
en unos comerciales de la alcaldía con el leit motif “no sea usted una estrella
negra” se había presentado una situación de amenazas sobre una familia por ser
considerada de izquierda. Igual con la campaña de Nosotras, suelen ubicar
jóvenes muy parecidas a las hijas de los sindicados que suelen ser familias no
armadas con algún miembro votante de los partidos políticos ofertados.
Lo que yo sí creo es que detrás
de estas campañas hay una red corrupta de contratación de las piezas
publicitarias que no comercializan el producto sino que venden familias a los
grupos ilegales. Habrá que ver, entonces, qué responsabilidad tiene la ETB en
la contratación de estos publicistas proveedores de mensajes subliminales.
Por otra parte recuerdo que hace
unos años Carlos Vives ganó una demanda por la utilización de unos giros
musicales de una de sus canciones en otra, sería una oportunidad para observar
el desempeño de una organización como Sayco porque de darse la situación de que
se reconozcan los acordes, la campaña debería pagar derechos de autor por cada
vez que la publicidad sea emitida, no deja de ser una oportunidad.
Sin embargo no me hago ilusiones,
así comenzó toda la situación con la señora Juana Uribe de Pachón, la
libretista, y no me extrañaría que tuviera relación con los dichosos
publicistas. Todos los días alguien se queja de los subliminales en la
televisión, no solo en la publicidad y la señora ahí, si tan solo esos
subliminales no fueran comunicaciones a grupos armados, pero es tal el miedo de
las personas que las mismas instituciones del estado no funcionan, créanme que la
campaña bien identificada de la alcaldía ni fue denunciada, ni investigada.
Cuando tuvimos los problemas
iniciales, yo misma me quejé con la Superintendencia de Industria y Comercio
por competencia desleal, no sabíamos a qué jugaba la señora, sin resultados.
Supongo que Sayco responde a la misma lógica y entonces habrá que dejarlos
mientras que el patrimonio propio se cae al piso, como si la producción
artística en todas sus formas no fuera nuestro sistema de supervivencia.
Luca Luciano
@zafarytv